CARACAS, 4 feb (PL).- El proyecto revolucionario en Venezuela, impulsado por el presidente Hugo Chávez, encuentra hoy en la acción cívico-militar del 4 de febrero de 1992 a un elemento clave que contribuyó a marcar el rumbo del proceso de cambios.
El decimosexto aniversario de ese movimiento llega a la sociedad nacional acompañado por la estrategia de las “tres R” promovida por el propio mandatario, con vistas a “revisar, rectificar y reimpulsar” la revolución en todos los frentes.
Para los analistas, los acontecimientos que llevaron a la insurgencia contra el gobierno de Carlos Andrés Pérez tuvieron su detonante en el reclamo popular contra un régimen caracterizado por la represión, la corrupción y la más abierta impunidad.
A lo anterior se sumaron las propuestas manipuladoras de los partidos políticos tradicionales, lo cual colocó a amplios sectores sociales en una situación de frustración.
De esa forma, en el también llamado "día de la dignidad" un grupo de jóvenes oficiales y soldados de las fuerzas armadas se rebeló en busca de poner fin a un gobierno que llevó a la población a una situación insostenible.
Las acciones militares, concentradas en varias de las principales ciudades del país –en especial la capital-, concluyeron sin el efecto deseado y para evitar mayores pérdidas, el entonces teniente coronel Hugo Chávez decidió deponer las armas.