
Concluidas las vacaciones, el duro examen de Rick Warren, el pastor conservador que el sábado recibió en su iglesia de California a los dos candidatos presidenciales, demostró algo que viene siendo norma en esta campaña: es Barack Obama el que tiene que ofrecer mayores pruebas de su cualificación; es a él, no a su rival, John McCain, al que se indaga con curiosidad y sospecha sobre sus verdaderas condiciones para ser el próximo presidente de EE UU. Es sobre él sobre el que cae el foco.
Leer mas...
No hay comentarios:
Publicar un comentario