
La nominación de Fidel Castro no implica la renovación automática de su mandato como máxima autoridad del país, pero su exclusión hubiera supuesto su separación del ejercicio del poder formal del Estado después de 50 años.
Su postulación como candidato en las elecciones parlamentarias del 20 de enero deja intactas las posibilidades del jefe de la revolución, convaleciente desde hace dieciséis meses de una grave enfermedad intestinal que lo obligó a delegar sus cargos en su hermano Raúl, de renovar el mandato al frente del país.
Como ha venido sucediendo desde 1975, Fidel Castro fue elegido entre la nómina de 25 candidatos que presenta Santiago de Cuba, la segunda ciudad por importancia de la isla, a la Asamblea Nacional del Poder Popular (Parlamento) cubano.
La Asamblea Municipal de Santiago, que comenzó su sesión extraordinaria alrededor de las 10.00 hora local (15.00 GMT), debatió durante cerca de dos horas la idoneidad de los postulados y determinó incluir en su lista -que es cerrada- a otros dirigentes históricos, con la asistencia de 309 de los 330 delegados convocados, el 93 por ciento.
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