5 de junio de 2008

Las familias que perdieron a sus hijos adoptarán a los huérfanos del terremoto en China

Hijos sin padres para padres sin hijos. Esa es la imaginativa medida que han decidido tomar las autoridades chinas tres semanas después del terremoto que sacudió especialmente a la provincia de Sichuan.
Según informa el diario The Times en su edición digital, China quiere aliviar a las miles de familias que han perdido a sus hijos facilitando la adopción de huérfanos que se quedaron sin sus padres después del seísmo.El Gobierno provincial de Sichuan está dispuesto a llevar cabo esta iniciativa para que los más de 1.800 niños que se quedaron huérfanos puedan tener una familia de acogida.
Mientras tanto, la medida ayudará a aliviar el sufrimiento de las familias sin hijos tras la catástrofe. Previamente, las autoridades ya permitieron que aquellas familias cuyo hijo murió, o resultó gravemente herido o incapacitado, pudieran obtener un certificado que les permite tener un nuevo vástago.

Los padres que perdieron a sus hijos tendrán prioridad para adoptar a los huérfanos cuyos padres han muerto o continúan desaparecidos. Según informa el diario británico, el Gobierno provincial intentará que los chavales vayan con familias que vivan lo más cerca posible del lugar donde pertenecen los niños.

Esta medida también nace tras la indignación de muchos padres que se quejaron de la mala calidad de las construcciones de los colegios donde murieron miles de estudiantes. El terremoto fue particularmente doloroso para muchas familias que perdieron a su único hijo después de que las aulas resultaron destruidas.

La política de hijo único, adoptada a finales de la década de 1970 para controlar la superpoblación, limita a uno el número de descendientes por familia, aunque hay excepciones para las minorías étnicas y los habitantes de muchas zonas rurales cuando el primer nacido es niña. También pueden tener un segundo descendiente aquellas parejas en las que ambos son a su vez hijos únicos.