Cientos de afganos están abandonando sus hogares en el sur de Afganistán ante la batalla que se prepara entre las fuerzas de la OTAN y los insurgentes talibanes que han iniciado una ofensiva por la región.
La situación en torno a Kandahar, segundad ciudad del país y antiguo feudo de los talibanes, se ha agravado en los últimos días tras la fuga masiva de islamistas de la principal prisión de la ciudad.
Los insurgentes se han reagrupado y tratan de reconquistar su antiguo bastión, mientras que la OTAN y el ejército afgano enviaron ayer refuerzos a la zona.Portavoces talibanes informaron ayer de que habían tomado varias localidades del distrito de Arghandab, cercano a Kandahar, y que pretendían lanzar una ofensiva contra la ciudad desde la que se hicieron con el control de Afganistán a finales de los 90.
Se trata de unos 600 talibanes. No se sabe si entre ellos se cuentan los cerca de 400 que lograron escapar el pasado viernes de la prisión de Sarposa, la más importante de la ciudad, después de que un comando islamista volara la puerta.
"Hay cientos de talibanes con armas sofisticadas. Han volado varios puentes y están plantando minas por todas partes", ha declarado a la agencia Reuters un testigo que ha abandonado la zona con su familia. Según Ahmad Wali Karzai, presidente del consejo provincial de Kandahar y hermano del presidente del país, Hamid Karzai, ha declarado que unos 600 talibanes han tomado posiciones en el distrito de Arghandab, a unos 20 kilómetros al norte de la ciudad.
Ayer, ante la situación, tanto las fuerzas de la OTAN en Afganistán (ISAF) como el ejército afgano enviaron refuerzos a la zona y preparan una ofensiva contra los talibanes.
Aviones de la Alianza han tirado folletos recomendando a la población civil que abandone la zona. "Estamos desplegando nuevas tropas en la región para limpiarla de insurgentes. Cuando nuestros efectivos estén al completo, tendremos miles de soldados tomando parte en la operación", ha declarado el portavoz del Ministerio afgano de Defensa, el general Mohammad Zahir Azimi. "Hay unos 400 talibanes por la zona, pero se mueven todo el tiempo. Cientos de familias han abandonado ya sus casas, les hemos pedido que se alejen", ha añadido.