ASUNCIÓN/Agencias.- La izquierda paraguaya festejaba ayer la victoria del obispo Fernando Lugo, líder de la Alianza Patriótica para el Cambio (APC) a quien tanto los sondeos a pie de urna como el recuento paralelo de organizaciones internacionales otorgaban el triunfo en las presidenciales.
Los sondeos a boca de urna confirman la victoria de Lugo con una ventaja de en torno a cinco puntos sobre la oficialista Blanca Ovelar, candidata del Partido Colorado formación que durante los últimos 61 años ha llevado las riendas del país.
Escrutado el 80% de las mesas, Lugo obtenía el 40.7%, una ventaja de 10% sobre la candidata oficialista Blanca Ovelar, quien anoche reconoció el triunfo de su contrincante de la oposición.
“Ustedes son culpables de la alegría que vive hoy el pueblo paraguayo”, dijo Lugo a sus simpatizantes, proclamando la victoria.
La expectación es máxima a la espera de los primeros resultados oficiales. Representantes de la APC han pedido calma a sus seguidores y han hecho un llamamiento para que las celebraciones, en caso de haberlas, se hagan de forma pacífica y sin “atender a las provocaciones”.
La jornada electoral ha estado jalonada de declaraciones de todos los candidatos y sobre todo de la guerra interna abierta en el interior de Partido Colorado, un síntoma que hace prever la posibilidad real de que la formación abandone el poder.
Si estos resultados se confirman, Lugo terminaría con décadas de poder del Partido Colorado, que ha dirigido el Gobierno desde 1989, año en que se puso fin a los 35 años de dictadura de Alfredo Stroessner, también ‘colorado’.
Ya antes del recuento oficial la Iglesia católica ha reaccionado ante la victoria de Lugo. El presidente de la conferencia episcopal, Ignacio Gogorza, ha declarado que el Papa “va a encontrar una solución” para la situación del obispo, sancionado canónicamente por dedicarse a la política y a quien Roma va a otorgar ahora una dispensa.