MIAMI WASHINGTON.- Los fiscales del Ejército de Estados Unidos pidieron este lunes pena de muerte para el presunto autor intelectual de los atentados del 11 de septiembre de 2001, Jalid Sheij Mohamed, y otros cinco presos de la base naval de Guantánamo, en Cuba.
Se trata de la primera vez que la corte de guerra de Guantánamo presenta acusaciones directamente contra prisioneros inculpados por el 11-S y también es la primera petición de pena capital.
Según 'The New York Times', los fiscales solicitan ese castigo por considerar que la participación en un crimen de esa magnitud es un caso que merece la pena máxima.
La posibilidad —finalmente confirmada— de que se anunciara esta petición ha generado preocupación por que el caso atraiga una atención innecesaria sobre el controvertido sistema de las comisiones militares, que aún no ha celebrado ningún juicio.
"El sistema no ha sido capaz de lidiar con los casos menos complicados a los que ha tenido que hacer frente hasta ahora", explicó al 'Times' David Glazier, ex funcionario de la Marina y profesor de la Universidad de Derecho de Loyola.
Según el diario neoyorquino, podrían pasar meses antes de que los juicios comenzaran y no está claro que las ejecuciones se pudieran llevar a cabo en la base de Guantánamo. "Ni el sistema ni los abogados de la defensa están preparados para un caso de pena de muerte", señaló un ex abogado experto en temas de defensa militar.
La última ejecución militar en EEUU ocurrió en 1961, cuando el funcionario del ejército John A. Bennett fue ahorcado tras ser condenado por violación e intento de asesinato.
El periódico identificó a las cinco personas que figuran en la lista junto a Jalid Sheij Mohamed, supuesto ex jefe de operaciones de Al Qaeda:
Mohamed al Qahtani, un saudí que supuestamente debía haber sido el vigésimo integrante de los cuatro 'comandos' terroristas que llevaron a cabo los atentados.
Ramzi bin al Shibh, a quien la acusación considera el principal intermediario entre los secuestradores que estrellaron los aviones y los líderes de Al Qaeda.
Ali Abd al Aziz Ali, conocido como Ammar al Baluchi, un sobrino de Mohamed, identificado como su lugarteniente en las operaciones del año 2001.
Mustafa Ahmed al Hawsawi y Walid bin Attash, ambos acusados de participar en el entrenamiento de los terroristas del 11-S y otras tareas.
Se trata de la primera vez que la corte de guerra de Guantánamo presenta acusaciones directamente contra prisioneros inculpados por el 11-S y también es la primera petición de pena capital.
Según 'The New York Times', los fiscales solicitan ese castigo por considerar que la participación en un crimen de esa magnitud es un caso que merece la pena máxima.
La posibilidad —finalmente confirmada— de que se anunciara esta petición ha generado preocupación por que el caso atraiga una atención innecesaria sobre el controvertido sistema de las comisiones militares, que aún no ha celebrado ningún juicio.
"El sistema no ha sido capaz de lidiar con los casos menos complicados a los que ha tenido que hacer frente hasta ahora", explicó al 'Times' David Glazier, ex funcionario de la Marina y profesor de la Universidad de Derecho de Loyola.
Según el diario neoyorquino, podrían pasar meses antes de que los juicios comenzaran y no está claro que las ejecuciones se pudieran llevar a cabo en la base de Guantánamo. "Ni el sistema ni los abogados de la defensa están preparados para un caso de pena de muerte", señaló un ex abogado experto en temas de defensa militar.
La última ejecución militar en EEUU ocurrió en 1961, cuando el funcionario del ejército John A. Bennett fue ahorcado tras ser condenado por violación e intento de asesinato.
El periódico identificó a las cinco personas que figuran en la lista junto a Jalid Sheij Mohamed, supuesto ex jefe de operaciones de Al Qaeda:
Mohamed al Qahtani, un saudí que supuestamente debía haber sido el vigésimo integrante de los cuatro 'comandos' terroristas que llevaron a cabo los atentados.
Ramzi bin al Shibh, a quien la acusación considera el principal intermediario entre los secuestradores que estrellaron los aviones y los líderes de Al Qaeda.
Ali Abd al Aziz Ali, conocido como Ammar al Baluchi, un sobrino de Mohamed, identificado como su lugarteniente en las operaciones del año 2001.
Mustafa Ahmed al Hawsawi y Walid bin Attash, ambos acusados de participar en el entrenamiento de los terroristas del 11-S y otras tareas.