
Al parecer, muchos de los muertos pertenecían a una extensa familia egipcia que regresaba a la ciudad después de pasar unas vacaciones en Hag Qandil, cerca del lugar del accidente. Seis de los fallecidos podrían ser niños de entre dos y 13 años, según fuentes de la policía, que han añadido que el conductor del vehículo se ha entregado por temor a ser agregido por familiares de los fallecidos.
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