5 de junio de 2008

Latinoamérica culpa a la especulación por la crisis alimentaria en el mundo

ROMA, Italia.- Los representantes de los países latinoamericanos que han intervenido en la cumbre de la FAO sobre seguridad alimentaria, que concluye este jueves, coincidieron en que la culpa de la actual crisis alimentaria se debe a los subsidios y a la especulación.

Entre los múltiples factores que ha desencadenado el aumento de los precios de los productos agrícolas, los países de Latinoamérica rechazaron que la producción de biocombustibles sea una de las causas, ya que para muchos es una gran oportunidad para combatir el aumento de los precios del petróleo.

Aunque matizaron que hay que diferenciar entre los biocombustibles que proceden de la caña de azúcar o la palma africana y el que es para algunos el "inaceptable" uso de cereales básicos como el maíz.

La Organización No Gubernamental Oxfam denunció durante la cumbre que los países ricos, Europa y EEUU dedicaron 80.000 millones de euros en 2006 a subsidiar a sus campesinos, lo que distorsiona el mercado y resta oportunidades a los agricultores de los Estados más pobres.

Por ello, el embajador de Bolivia ante la FAO propuso hoy que los países ricos transfieran sus subsidios agrícolas a los más pobres, con objeto de crear un "fondo mundial" para impulsar una "década productiva con más y mejores alimentos".

Para el presidente de República Dominicana, Leonel Fernández, la actual crisis alimentaria se puede convertir "en una gran oportunidad para el sector productivo nacional", y sustituir así la importación de productos agropecuarios provenientes del mercado internacional.

Pero esto, añadió Fernández, puede fracasar si continúan "los subsidios generalizados a la producción y exportación de productos agropecuarios por parte los países desarrollados".

El vicepresidente de Cuba, José Ramón Machado Ventura, acusó a los países desarrollados de negarse a eliminar "los escandalosos subsidios agrícolas, mientras imponen sus reglas al comercio internacional".

Asimismo, arremetió contra las "voraces trasnacionales" de establecer precios que "monopolizan las tecnologías, imponen injustas certificaciones, y manipulan los canales de distribución".

En la ardua negociación entre los países para aprobar la declaración final, uno de los problemas ha sido la oposición de algunas naciones desarrolladas para que se condenase el proteccionismo al sector agrícola nacional.

Para la presidenta argentina, Cristina Fernández, los culpables de la especulación son los "pooles de siembra", empresarios que controlan conjuntos de tierras.

"En Argentina, un pequeño ahorrador pude obtener hasta el 30 por ciento de ganancias, cuando lo invierte en un "pool de siembra", lo que supone una ganancia increíble en el mundo actual", afirmó Cristina Fernández.

Los latinoamericanos se convirtieron en los principales defensores de los "biocombustibles buenos", una expresión adoptada por el presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, que explicó que los agrocarburantes son como el colesterol, "lo hay bueno y lo hay malo".

El secretario de Agricultura de México, Alberto Cárdenas Jiménez, con Lula sobre "el etanol bueno y un etanol malo" y anunció que su país también va a empezar a producirlo a partir de la caña de azúcar.

También Cárdenas Jiménez mostró el rechazo de su país a los combustibles obtenidos a partir de cereales cultivados gracias a las subvenciones que otorgan los Gobiernos de Estados Unidos y de la Unión Europea (UE).

Para Guatemala es un "pecado" que algunos cereales básicos para la alimentación se usen en la elaboración de biocombustibles, tal y como dij hoy el ministro de Agricultura del país, Raúl Robles.

Robles explicó que Guatemala no es contraria al uso de los biocarburantes, porque son una alternativa para reducir los precios del petróleo, aunque deben producirse "sólo a partir de otras materias primas como la caña de azúcar, la palma africana, la jartropa y otras especies que no pongan en peligro la alimentación del planeta".